Como en un cuento de Roa, “libros perdidos” fueron entregados en Paraguay
Acto de entrega se realizó en la Casa Bicentenario de la Literatura Augusto Roa Bastos
“Esta es una mañana de profunda emoción pues somos testigos de un acontecimiento sin precedentes. Decía Don Augusto Roa Bastos que el exilio le había significado la pérdida de tres de sus bibliotecas personales, textos que no solo le pertenecían como un bien material, sino que con ellos también interactuaba leyendo, subrayando, anotando a la usanza de todo estudioso profundo y maestro de la palabra”, afirmaba Margarita Morselli, directora general del Centro Cultural de la República El Cabildo al dar apertura en la mañana de este miércoles al acto de entrega de “los libros perdidos de Roa” en la Casa Bicentenario de la Literatura “Augusto Roa Bastos”. La donación consiste en siete cajas que contienen libros que pertenecieron a la biblioteca del escritor en “la casita de Buenos Aires” de los años 70. Mirta Roa, hija de nuestro Premio Cervantes, comentaba que los libros se encontraban distribuidos en cajas en un contenedor de basura en Martínez, cercana a Mar del Plata donde fueron encontrados por el esposo de la socióloga argentina Celina Brittez y, “como en un cuento del mismo Roa”, rescatados para que la misma se ocupara de estudiarlos sin tener idea aún del tesoro que acababan de encontrar. Grande fue la sorpresa al descubrir a quién pertenecían estos libros condenados al fuego, y que fueran rescatados. Víctor Jacinto Flecha, director de la Fundación Roa Bastos calificó el hallazgo como una “historia maravillosa” y un “rescate extraordinario” que permitirá proseguir con el estudio de la obra de nuestro autor más universal. Victor Aquino, director de Relaciones Culturales de la Cancillería Nacional, expresó un agradecimiento especial a la socióloga Celina Brittez, responsable de la donación, y a Rodolfo Serafini de la Embajada Paraguaya en Argentina, quien se ocupó de intermediar para lograr, finalmente, el arribo de los libros perdidos al Paraguay. A su vez, Serafini destacó en nombre de la embajada paraguaya el alto honor que significó tomar parte en un rescate que se inició puertas adentro de un hogar argentino y desde el cual se comenzó a dimensionar el valor del fundamental hallazgo. Mirta Roa agregó que estos libros habían quedado guardados en un placard en Buenos Aires hasta que pudieron constatar, hace años, su desaparición.
Al recibir las cajas por primera vez, y desconociendo aún su valor, Celina Brittez había significado que esos libros perdidos no podían morir sin ser leídos “al menos una vez más”. “En las páginas leídas y releídas, rayadas, subrayadas y comentadas tenemos la viva imagen de un tiempo en el que nuestro escritor más universal habitó ese mundo de libros llamado “su biblioteca” y con los cuales también retorna hoy, desde sus páginas, descubriéndonos, no solo su intelecto, también su corazón”, señaló al respecto Margarita Morselli.
La Fundación Augusto Roa Bastos entregó un reconocimiento a Rodolfo Serafini y nombró como integrante de honor de la Fundación a la socióloga Celina Brittez. Por su parte, el centro cultural del Congreso Nacional otorga a la misma, la medalla oficial conmemorativa, acuñada en el Centenario de Augusto Roa Bastos, expresando también el compromiso de la Fundación Roa y del CCR Cabildo en la preservación de tan fundamental legado.
Para los estudios científicos de la literatura este es un hallazgo importantísimo, teniendo en cuenta los títulos, autores, marcas, subrayados y comentarios que contienen y que permitirán confirmar teorías de la crítica literaria acerca de las influencias que tuvo el autor, Premio Nacional de Literatura.