“Naturaleza y confinamiento en la poesía de Emily Dickinson”, nuevo curso presencial de Literatura con el escritor Osvaldo González Real
El próximo miércoles 7 de junio se dará inicio a un nuevo módulo de Literatura denominado “Naturaleza y confinamiento en la poesía de Emily Dickinson”. Será en la Casa Bicentenario de la Literatura “Augusto Roa Bastos”, de la red de casas del Centro Cultural de la República El Cabildo (México entre Mcal. Estigarribia y 25 de Mayo). El módulo estará a cargo del profesor y escritor Osvaldo González Real, con apoyo de la escritora Mónica Laneri. El curso abarcará cuatro encuentros y culminará el miércoles 28 de junio. El acceso es libre y gratuito, las inscripciones se realizarán al inicio de la jornada que se desarrollará de 14:00 a 16:00.
Este módulo de Literatura forma parte de las actividades académicas que cada año realiza el CCR Cabildo como parte de su objetivo de democratizar la cultura. La propuesta toma como eje la poesía de la norteamericana Emily Dickinson para dar pie a análisis y conversaciones. El resto del año se continuará con módulos orientados al estudio de la obra de otros escritores, alternándose con el Taller de Escritura “Laboratorio de Palabras” a cargo de Mónica Laneri, el cual cumple su quinto año consecutivo.
Sobre Emily Dickinson (1830 – 1886)
Fue una poetisa norteamericana que desarrolló su obra durante el siglo XIX. Ha sido considerada una de las autoras estadounidenses más relevantes de su tiempo junto con Walt Whitman. Durante su vida la obra de Dickinson fue poco reconocida, pero tras su muerte sus textos destacaron por lo innovador del estilo literario que tuvo. Hizo a un lado las normas y convenciones métricas, gramaticales y rítmicas.
Consideró que la verdadera poesía era aquella que generaba en sí misma una reacción visceral. Muy poco de su obra se publicó durante la vida de Dickinson, pero llegó a escribir cerca de 1800 poemas. Decidió aislarse del mundo y nunca contrajo matrimonio. Pasaba la mayor parte de su tiempo en soledad, con excepciones entre las que se contaban miembros de su núcleo familiar y sus amistades por correspondencia.
Su mismo carácter reservado privó a su familia del conocimiento de lo extensa que fue su obra; de hecho la misma fue descubierta tras su muerte. Aunque Dickinson deseaba que todo fuese quemado, sus hermanos creyeron prudente publicar sus poemas y deshacerse de sus cartas. Los trabajos fueron criticados por quienes preferían un estilo más tradicional y apegado a las normas familiares en la época. Sin embargo, el genio de Dickinson radicó en innovar al llevar sus creaciones al límite sin detenerse en las convenciones literarias.